Junio 14, 2024 - 3 min

Política Monetaria EE.UU.: Una Reserva Federal cautelosa se toma su tiempo

El riesgo es que la FED espere demasiado y, por lo tanto, dañe el crecimiento económico y la estabilidad financiera.

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El FOMC dejó las tasas sin cambios esta semana como era ampliamente esperado. Lo que no era tan esperado por el mercado es que la señal del punto medio de las proyecciones de tasas para este año fue un poco más agresiva, mostrando solo un recorte en 2024, por debajo de los tres señalados en marzo. Ahora bien, eso fue “compensado” con las proyecciones para los próximos años, proyectando otros cuatro recortes el 2025 (frente a tres en marzo) y cuatro en 2026 (también frente a tres en marzo). Por lo tanto, el número total de recortes durante los próximos dos años y medio sigue siendo nueve, como fue el caso en las proyecciones de marzo, sólo que con un inicio más tardío y una recuperación más rápida después de fin de año.

Respecto al comunicado, en la evaluación económica general no se observan grandes cambios, con la economía expandiéndose a un ritmo sólido y, si bien ha perdido dinámica frente a lo observado en 2023, el enfriamiento se está dando de forma gradual con una demanda interna que sigue siendo robusta. El mercado laboral ha venido ajustándose y la oferta y demanda de trabajo se encuentran hoy en un mejor balance, con una tasa de desempleo baja desde una perspectiva histórica, lo que se acompaña con una fuerte creación de empleos.

Donde sí se advierte un matiz, es en la categorización de la inflación, ya que mientras que la declaración de mayo se refería a “una falta de progreso” hacia una inflación del 2% en los últimos meses, la declaración de esta semana describe un “progreso modesto”, que es consistente con los datos de inflación de los últimos 2 meses y en particular los de esta semana que sorprendieron a la baja.

En la conferencia de prensa Powell hizo algunos otros comentarios que vale la pena comentar. En primer lugar, dijo que los datos del mercado laboral tendrían que ser peores de lo que el FOMC espera para agregar a los argumentos a favor de un recorte (los últimos datos han seguido siendo sólidos). En segundo lugar, volvió a restar importancia a las estimaciones de la tasa neutral, más allá de que la mediana aumentó a 2,8% para las decisiones de política monetaria. Por último, enfatizó en que la decisión de proyectar solo un recorte para este año fue “muy reñida” y que tanto un recorte como dos, siguen siendo resultados plausibles. 

En efecto, hubo cuatro participantes que no esperaban ningún cambio. El resto se dividió 7-8 a favor de un recorte y dos, respectivamente, y la probabilidad implícita en el mercado de un recorte para septiembre supera el 60%, mientras que la de diciembre parece un llamado seguro.

Finalmente, y a modo de reflexión ¿a qué obedece el tono todavía cauto establecido por la FED? Que sigan reacios a declarar la victoria en su lucha contra la inflación y mantener una tendencia restrictiva, puede justificarse en que tuvieron que responder a un shock inflacionario que no se había visto en décadas y, por lo tanto, es necesario calibrar la confianza en la eficacia de la política monetaria después de un largo período de tasas muy bajas. En segundo lugar, la cautela a la hora de mantener una tendencia restrictiva también contribuye a anclar las expectativas de inflación. Y, en tercer lugar, una excesiva confianza y claridad en que el ciclo de ajuste ha terminado, podrían contribuir a una flexibilización prematura de las condiciones financieras, lo que puede poner a prueba la dinámica de la inflación. El problema es que las condiciones financieras hoy no parecen particularmente restrictivas. 

¿Cuál es el riesgo? Que la Reserva Federal espere demasiado y, por lo tanto, dañe el crecimiento económico y la estabilidad financiera.

Humberto Mora

Subgerente de Inversiones Finanzas y Negocios Corredora de Bolsa