Mayores tasas de interés ejercieron presión sobre las valorizaciones durante 2022, pero ahora el enfoque pasará de las valorizaciones a las utilidades corporativas, en un entorno macro cada vez más desafiante.
Los activos locales ofrecen una atractiva relación riesgo-retorno.
FOMC de diciembre: un ritmo más lento, pero un peak más alto
La mayoría de los escenarios base para 2023 asumen o un soft landing o una recesión leve, bajo el supuesto de que la inflación se desacelerará de manera importante y que la tasa terminal de política estaría en el rango de 5,0% – 5,25%.
Las noticias “más positivas” sobre la inflación han sido bien recibidas y reactivarán el comercio basado en un “pivote de política”.
Pueden decir que soy un soñador: las políticas económicas funcionan y, eventualmente, volveremos a un equilibrio. No es gratis eso sí, como nada en la vida.
El mercado está empezando a dudar de que los bancos centrales a nivel mundial sigan siendo agresivos en la lucha contra la inflación a medida que aumentan los riesgos para la estabilidad financiera.
Si en algún momento nos llamó la atención lo resiliente de algunos sectores de la economía, ahora nos sorprende lo rápido que han empeorado.
El contexto actual obliga a tener un allocation mucho más selectivo, todavía con cierta sobreponderación de renta variable.