Mientras la economía de EE.UU. siga mostrándose más resiliente, y si la política monetaria no puede volverse rápidamente más acomodaticia, es difícil que el dólar se venda sustancialmente.
Actualmente, los mercados están mostrando señales de riesgo ante la posibilidad de una nueva crisis del techo de deuda.
Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China han llevado a Apple a iniciar un proceso de diversificación geográfica de sus centros de manufactura.
El nivel de incertidumbre inducido por la crisis bancaria nos mantiene con una postura más defensiva en términos de allocation.
La credibilidad de un Banco Central también se juega haciendo lo que tiene más sentido para la economía dependiendo de las circunstancias.
Los empleos temporales vienen bajando desde mediados de 2022.
La mayoría de los escenarios base para 2023 asumen o un soft landing o una recesión leve, bajo el supuesto de que la inflación se desacelerará de manera importante y que la tasa terminal de política estaría en el rango de 5,0% – 5,25%.
El mercado inmobiliario estadounidense está en plena expansión