Mayo 3, 2024 - 2 min

¿Un nuevo boom del cobre a la vista?

El precio del metal rojo alcanzó los US$10.000 por tonelada en abril, pero no parece ser suficiente para disparar las inversiones necesarias para satisfacer la demanda esperada en el mediano y largo plazo.

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A mediados de abril el mundo del cobre se dio cita en Santiago durante la Semana del Cobre organizada anualmente por Cesco. La reunión se realizó en un momento clave para la industria: el precio del metal subiendo como espuma y una supermillonaria oferta de BHP para adquirir a su rival AngloAmerican fueron las señales más dramáticas de una industria que necesita aumentar radicalmente su producción pero que enfrenta un cúmulo de dificultades.

El telón de fondo es la creciente demanda de cobre esperada por la electrificación de la economía, en un contexto en el que se ha hecho cada vez más difícil construir nuevas minas de cobre debido a la escasez de depósitos de calidad, a la creciente oposición socioambiental que genera la actividad minera y a las dificultades de las llamadas mineras junior de acceder a financiamiento para desarrollar exploraciones.

Según cálculos de CRU, una de las principales consultoras de materias primas mineras del mundo, para el 2035 la demanda primaria de cobre será de 26,1 millones de toneladas, pero la producción esperada de las minas existentes es de 16,6 millones de toneladas y solo existen nuevos proyectos comprometidos con una producción de 1,5 millones de toneladas. Para cerrar esa brecha de 8 millones de toneladas serán necesarias inversiones en nuevas minas por US$150.000 millones entre el 2025 y el 2032, según CRU.

Para algunos expertos en la industria, existen los recursos geológicos, pero lo que falta es financiamiento. Al tratarse de inversiones a largo plazo –el desarrollo de una nueva mina toma años o hasta más de una década—los riesgos son grandes. Olivia Markham, co-administradora del World Mining Fund de Blackrock, estima que los mineros necesitarán un precio de US$12.000 por tonelada de cobre para invertir en nuevos proyectos, según Bloomberg. La última vez que el cobre alcanzó los US$10.000 por tonelada, las empresas mineras repartieron dividendos en lugar de invertir en nuevos proyectos.