Junio 7, 2024 - 3 min

La tasa de crecimiento de la economía global se acelera a su nivel más rápido en un año durante mayo

Los últimos datos de PMI muestran un crecimiento resistente, pero desafían la visión de una mayor desinflación

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En general, desde el segundo semestre de 2023, las expectativas de una mayor desaceleración económica mundial se han tomado la agenda, dado el lastre que significan tasas de interés altas por más tiempo, las dudas que persisten sobre la economía china luego de la reapertura económica, y una política fiscal de menor apoyo, con la excepción de China.

En lo más reciente, estas preocupaciones se han visto acentuadas por datos económicos más débiles de lo estimado, en particular en el sector manufacturero y consumo, que llevarían al PIB mundial a un ritmo de crecimiento más tendencial, que según estimaciones de JP Morgan se ubicaría en torno al 2.3%.

La dificultad con algunos indicadores económicos, sobre todo coincidentes, es que en general “miran hacia atrás” y no necesariamente nos dicen mucho respecto a tendencias futuras. Por eso, nos gusta mirar indicadores más prospectivos como las encuestas de PMIs, que, si bien pueden tener cierta volatilidad, también suelen ser un predictor de actividad futura. En este sentido, el PMI global del mes de mayo resulta particularmente interesante, y en contraste con las preocupaciones recientes, envía un mensaje muy diferente de aceleración y ampliación del crecimiento.

Según este importante rastreador mensual, el crecimiento de la actividad económica está aumentando en todos los sectores y países. Esto ha ido acompañado de un fortalecimiento de los pedidos y de mercados laborales resilientes. Un nivel de 53,7 en el PMI global de JP Morgan apunta a un crecimiento del 3,4% anual en el PIB mundial, un punto porcentual por encima del potencial.

El repunte del PMI mundial se ve reforzado por la amplitud de la recuperación en todos los sectores. En 2023 se abrió una amplia divergencia entre la manufactura y los servicios a medida que la demanda se alejó del aumento de bienes relacionado con la pandemia y se acercó “a un deseo pospandémico de experiencias” como salir a comer y viajar. La brecha, que alcanzó un máximo de 6,5 puntos a mediados de 2023, fue la más alta observada fuera de una recesión, lo que generó preocupaciones sobre la salud de la expansión.

Desde diciembre, la brecha se cerró, pero ambos índices subieron. El repunte del sector manufacturero confirma señales más constructivas para el sector de bienes (una demanda final más firme y una disminución del arrastre de inventarios durante el último trimestre). Combinado con la mejora del crecimiento del sector de servicios, esto respaldaría que la expansión económica en curso tiene combustible para funcionar a pesar de las elevadas tasas de interés.

La actividad regional también está logrando un mejor equilibrio. En 2023 se abrió una gran divergencia regional cuando Estados Unidos prosperó y Europa se estancó.  Después de tocar fondo en octubre del año pasado, el PMI general de Europa se ha recuperado rápidamente con otro sólido aumento en mayo, lo que respalda las expectativas de un repunte del crecimiento en esa región. El PMI de China también aumentó en mayo, atenuando en cierta medida las preocupaciones de que la economía esté perdiendo impulso.

Por supuesto, una expansión global más duradera también respalda el crecimiento de utilidades esperado por el mercado, donde las estimaciones de consenso apuntan a un crecimiento sobre el 10%, mismo resultado que obtenemos al estimarlo a partir de una expansión del PIB mundial sobre el 3.0%.

Hasta acá todo parece bien encaminado, pero recordemos que un escenario de soft-landing o de Goldilocks, requiere tanto un crecimiento resiliente como una inflación que regrese a su tendencia. En este sentido, los últimos datos de PMI muestran un crecimiento resistente, pero desafían la visión de una mayor desinflación. Si bien se observa una ligera moderación en el componente de precios de los servicios y un modesto repunte en los precios del sector manufacturero, los niveles aún elevados de los PMI de precios subrayan las presiones sobre los bancos centrales para que permanezcan más restrictivos, hasta que se logren nuevos avances.

Humberto Mora

Subgerente de Inversiones Finanzas y Negocios Corredora de Bolsa