Junio 21, 2024 - 2 min

Fútbol global: goles y dólares

Inversionistas de todas partes del planeta compiten por tomar una participación en el vistoso negocio del fútbol global

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Comienza la temporada de fútbol. En Alemania, la Eurocopa partió con un claro triunfo de la selección local sobre la de Escocia, mientras que al cierre de esta edición daba inicio la Copa América en Estados Unidos. Campeonatos de selecciones en las dos regiones más futboleras del planeta.

Pero más allá de los goles, tras este deporte que cuenta con cientos de millones de fanáticos en todo el mundo, se mueven grandes fondos de inversión con miles de millones de dólares que buscan participar en este negocio con una agresividad mayor que la de los mejores jugadores de fútbol. Y como en una buena final de campeonato, las quejas y los conflictos son parte del negocio.

Tomemos el caso del Manchester City, el campeón de la Liga Inglesa, propiedad de City Football Group, un holding en el que participan un fondo del gobierno de Abu Dhabi, la firma estadounidense de capital de riesgo Silver Lake y las firmas China Media Capital y CITIC. El club inglés inició en mayo acciones legales contra la Premier League debido a las regulaciones que limitan los acuerdos comerciales de los clubes con empresas relacionadas con sus propietarios. O el caso de otro club británico, el Everton, que vió fracasar un acuerdo con 777 Partners, una empresa de inversiones alternativas con sede en Miami que tiene participaciones en el Génova, el Sevilla, el Vasco da Gama de Brasil y Standard de Lieja y que está siendo acusada de fraude por utilizar como colateral inversiones que no le pertenecen y tiene parte de sus fondos bloqueados por mandato judicial.

La gran excepción en Europa a este activismo capitalista es precisamente la federación que acoge la actual Eurocopa, la Bundesliga. La liga alemana maneja una fórmula según la cual ningún inversionista comercial puede tener más del 49% de las acciones con derecho a voto en un club de fútbol. De esa forma, el control de los clubes se mantiene en manos de los fanáticos.

De alguna forma la fórmula ha funcionado. Ningún club de fútbol alemán se ha declarado en bancarrota y algunos de ellos, como el Bayern Munich o el Borussia Dortmund son asiduos finalistas en las competencias europeas. El año pasado, las firmas de private equity Advent International, Blackstone, CVC y EQT ofrecieron más de US$1.000 millones por los derechos de transmisión de los partidos de los 36 clubes de la liga, pero las negociaciones naufragaron debido a la oposición de los fanáticos de los clubes.

Pero el esquema puede limitar el desarrollo de los clubes alemanes, que cuentan con recursos limitados para desarrollar infraestructura y que no han podido hacer popular su campeonato en los mercados internacionales, como sí lo son la Premier League inglesa o la Liga española. De hecho, según Bloomberg, la Bundesliga está buscando formas de fortalecerse financieramente, incluyendo emisión de deuda o instrumentos híbridos.

Pero, por ahora, Alemania va contra la corriente mundial que ha convertido a los deportes en negocios vistosos y multimillonarios, con inversionistas que compiten por tener una participación en un mercado que, como subraya Bloomberg, tiene un stock limitado, ya sean clubes de fútbol, equipos de baloncesto o de hockey sobre hielo.